Templarios en España. Militia Templi en el Camino de Santiago. Día 7 agosto 2024


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En las primeras horas del día, la luz aún es tenue y al estar nublado, hace que el interior de la iglesia permanezca en una penumbra que invita al recogimiento y la oración íntima.

De ahí que algunos de los peregrinos, los más madrugadores, hoy se nos han unido al rezo de laudes. Al finalizar siempre se muestran sorprendidos y muy agradecidos. Cuando a estas horas todo está cerrado, de pronto encuentran una iglesia abierta y con la posibilidad de rezar.

Como viene siendo habitual, el grueso de peregrinos pasan a primeras horas de la mañana y así evitan el calor que siempre está asegurado en un mes de agosto, que está siendo caluroso.


La experiencia con los peregrinos, como ya hemos dicho, es entre gozosa y desilusionante. Hoy hemos tenido los dos casos extremos y en un corto espacio de tiempo. Como para que pudiéramos comparar el contraste.

Por un lado, entra un peregrino que se va directo a la pila bautisma, y sin mediar palabra, exclama ¡la joya de la corona! Mientras nos mira interpelándonos. La respuesta fue espontánea y quizás poco reflexiva, pero surgió así. Señalándole hacia el altar le dijimos, no, la joya de la corona está en el sagrario.

Momentos después, entra un grupo de siete jóvenes ingleses. Tras curiosear un poco desde el pie de la iglesia,  uno de ellos, señalando hacia el altar pregunta ¿eucaristía? Si, le decimos. En el sagrario está el Señor. Como un acto reflejo se postran de rodillas y así permanecen en oración íntima. El contraste es brutal.

Casualmente, por la tarde en la misa de Belorado, reconocimos al joven que nos preguntó. Estaba concelebrando en  la misa. Era sacerdote

Y es cierto que las iglesias están llenas de obras de arte, de tesoros, las propias iglesias son a veces verdaderas obras de arte. Pero no son museos, todo lo que en ellas encontramos, es para mayor gloria  de Dios. Para que admirando la belleza, nos maravillemos de la grandeza de Dios y así lo adoremos.

Las iglesias son templos  de oración y adoración. La casa de nuestro Señor Jesucristo, donde está presente  y por ello debemos  entrar y comportarnos en su interior con el debido decoro y respeto. Tanto los que somos  creyentes como los  que no lo son.

Ya por la tarde en Belorado, ofrecimos una misa por el eterno descanso de la Sra. Jaqueline Grenesche, Q.E.G.E. madre de nuestro querido amigo el Rvdo. Padre Monseñor D. Juan Miguel Ferrer Grenesche.

Paz y bien, hermanos

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