Templarios en España. Militia Templi en el Camino de Santiago. Día 18 de julio de 2024.
Redecilla del camino, crónica del 18/07/2024 .
Hoy ha subido un día caluroso, desde primera hora el sol ha sido muy intenso y la brisa que suele correr por aquí, ha brillado por su ausencia. A media tarde ya se alcanzaban los 36°.
Esto ha hecho muy penosa la marcha de los peregrinos. Algunos al entrar en la iglesia, agradecían el fresquito que se disfruta en su interior, que siempre se mantiene algunos grados por debajo de la temperatura de la calle.
Hoy nos han visitado un grupo de cuatro amigos brasileños, que hacen el camino en bicicleta. Se han parado un buen rato con nosotros, para compartir experiencias del camino e interesarse por la labor que hacemos nosotros aquí en la iglesia.
Han quedado maravillados por la belleza de la iglesia, por la pila bautismal, de la que ya tenían conocimiento por publicaciones, pero su gran sorpresa ha sido el órgano. Que llama la atención por su grandiosidad y que nadie esperaría encontrar en una iglesia de un pequeño pueblo, como es Redecilla.
Más alegría se han llevado cuando les hemos dicho que la señora que trabaja en el albergue, es también de Brasil. Cuál sería su sorpresa cuando descubren que son además de la misma ciudad. Han sido inevitables las numerosas fotos y el intercambio de números de teléfono.
De ahí, que como decíamos ayer, el camino es para hacerlo despacio y atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Nunca sabemos que nos podemos encontrar en un recodo del camino o en el siguiente pueblecito.
Hoy prácticamente todos los peregrinos han sido españoles. Cada vez más gente decide hacer el camino sola, algunos padres con su hijo y grupos de amigos que se unen para compartir experiencias durante unos días a lo largo del camino.
Con cada uno de los peregrinos que entran a la iglesia, ya nos sentimos reconfortados. Y no es por los agradecimientos, que algunos nos regalan, sino y sobre todo, por esos momentos de los que somos testigos mudos, del peregrino que entra con una profunda devoción y de rodillas tiene unos momentos de íntima oración con el Señor. Suele ser breve, porque el camino espera, pero no por eso menos profunda y sincera. Los ojos enrojecidos delatan que han tenido un encuentro con el Señor.
Con un ¡¡Buen camino!! los despedimos, a lo que ellos responden con una apenas imperceptible sonrisa .
El que nuestra presencia aquí permita que un solo peregrino pueda tener ese momento de encuentro con el Señor, ya merece la pena el estar aquí.
Con el rezo de vísperas, damos por terminado un día caluroso.
Paz y bien.