Templarios en España. Militia Templi en el Camino de Santiago 07 y 08 julio 2024.
Madrugamos como cada mañana, antes de la salida del sol, para abrir el templo ante la llegada de peregrinos. Algunos entran ante la curiosidad que despierta ver unas puertas abiertas desde tan temprano. Entran, oran; entran, se asombran; entran, sellan; entran, se emocionan… y otros continúa camino sin entrar. Diferentes caminos, diferentes nacionalidades, diferentes objetivos de cada peregrinos, pero la Milicia del Temple permanece abierta para quien escuche algo en su interior que le susurre hacer una pequeña y acogedora parada.
Una peregrina, tras entrar y reflexionar ante el altar, se ha emocionado sobremanera debido a du testimonio personal. En su mochila carga no sólo lo necesario para el Camino, sino también su dolor, su fe y su esperanza. Salió agradecida de la iglesia y continuó camino. Una compañera aprovechó además a adquirir un colgante fabricado por los artesanos de Tierra Santa, con quienes la Milicia colabora mediante la venta de sus objetos religiosos.
A lo largo de la mañana se sucede el goteo de peregrinos, que va reduciéndose a medida que avanzan las horas y calienta el sol.
Hoy han trabajado juntos dos hermanos caballeros de la Orden, que, además de atender a los peregrinos, han estado presentes en la misa que a las 11 oficiaba el Padre Ángel.
También tras finalizar la misa se ha podido tratar temas con algunos lugareños de Redecilla.
Tras finalizar a mediodía, se ha comido en fraternidad en el pueblo vecino, Belorado.
El día 8 nos ha traído algunas sorpresas, vecinos nuevos en el pueblo, y momentos emotivos en la Iglesia. El Camino de Santiago cuando lo hacemos como peregrinos hace que algunos sentimientos afloren con mucha intensidad en determinados momentos, eso nos pasó ayer domingo con una persona y hoy ha vuelto a pasar.
Sobre las 10.00 nos ha llegado una peregrina que tras saludarnos con una inclinación de cabeza se ha sentado a orar, al poco tiempo se ha puesto ha llorar y dado que estamos acostumbrados a este tipo de sentimientos sabemos que lo mejor es dejar al peregrino tranquilo a solas con Dios.
Después de media hora más o menos se ha levantado y le hemos preguntado que si estaba todo bien y nos ha dicho en su idioma que si. En la tarjeta que le hemos dado le hemos deseado que en el Camino encuentre la paz que busca y también se ha llevado una crucecita nuestra, la sorpresa es que al rato ha aparecido nuevamente con una gran sonrisa y nos ha dado las gracias.
Momentos estos ayudan mucho en nuestra labor. Por lo demás la afluencia normal de peregrinos de muchos países, así como de turistas que van a toda prisa por el Camino.