Templarios en el Camino. Dia 22 de julio.
Con un poco de retraso pero comenzamos las crónicas que los componentes de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo – Militia Templi iremos publicando casi a diario sobre el día a día de nuestra Presencia en el Camino de Santiago.
Este año, gracias a Dios, con respecto al año pasado se nota más afluencia de peregrinos y de caminantes, Dios quiera que predomine lo primero.
La situación de normalidad todavía no ha vuelto, pero con respecto al año pasado si ha aumentado, será por las vacunas, por la necesidad de hacer el Camino, o por ambas cosas, nosotros aquí estábamos y aquí estamos.
Hoy día 22 desde primeras horas han comenzado a llegar peregrinos, han madrugado ya que se prevé un día caluroso y mejor llegar a destino antes de que los 38º C se hagan presentes.
Desde las 7.30 en que se ha abierto la Iglesia ha comenzado el goteo, unos han parado y han rezado breves momentos pues es la mejor forma de iniciar la etapa, encomendarse a Dios Nuestro Señor y pedirle que tengamos una buena etapa, otros han buscado rápidamente el sello y han seguido su marcha.
Nos ha sorprendido que la mayoría sean extranjeros, muchos franceses, holandeses, alemanes, etc, más de uno nos pregunta sobre cual es nuestra función en el Camino y algunos al ver nuestra tarjeta de presentación se sorprenden y quieren saber algo más.
También hemos recibido la grata visita de algunos vecinos a los cuales aun no habíamos visto, poco a poco nos vamos sintiendo parte de este bonito pueblo para ellos y para los peregrinos y como homenaje Nuestra Señora la Virgen María hemos hecho la exposición “María Gratia Plena”.
Junto a uno de estos vecinos hemos escuchado a un peregrino que viene desde Austria en bicicleta, él necesitaba hablar, contarnos su historia, al final una de las facetas más bonitas de la labor que se hace aquí es la relación que mantienes con el peregrino, la riqueza que supone escuchar los relatos de las vidas de muchos de ellos, sientes que pones tu granito de arena para que algunos de ellos vayan vaciando la pesada mochila interior que llevan consigo.
Continuamos adecuando la casa que nos cedió la Diócesis de Burgos para que lo antes posible podamos tener un lugar en el que, sin constituir un albergue, podamos establecer un sitio para ofrecer un rato de descanso y de tranquilidad a todos aquellos que transitan la ruta jacobea.
Dia de mucho trabajo con nuestro amigo Sergio dándole algunos retoques a la exposición, también de adecuación de algunos rincones de la Iglesia como el órgano, queremos ofrecer al peregrino la riqueza espiritual que se encuentra en el interior de un templo pero también la riqueza cultural y para ello mañana se podrá ver bastante más de cerca una de las joyas de esta Iglesia que es el órgano.