Templarios en España: Fin de Semana intenso de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo en el Camino de Santiago.
Crónica de la convivencia de la Milicia del Temple en Redecilla del Camino. Mayo de 2022.
Llegamos el viernes desde lugares muy dispares de la Península Ibérica con la ilusión de compartir unos días de vivencias, oración, trabajo.
Comienza el Sábado con el rezo de laudes en comunidad. Caballeros, novicios y amigos de la Milicia rompen el silencio del amanecer con las salmodías vespertinas en alabanza a nuestro Señor y su obra.
Ya tenemos peregrinos en la iglesia a los que franqueamos el paso con una sonrisa que nos es devuelta como agradecimiento.
Da igual que no entendamos su idioma ni ellos el nuestro. La amabilidad es el idioma universal que nos permite interactuar con facilidad.
Gran cantidad de peregrinos se cruzan en nuestro camino en estos días, apenas españoles en ambas jornadas.
Después del desayuno nos organizamos;
Unos comienzan una etapa del Camino en Santo Domingo de la Calzada, nada mejor que sentir el cansancio que sienten los peregrinos para entenderlos y servirlos.
Otros se organizan para poner a punto la casa que nos acogerá durante el voluntariado de éste verano.
Éstos alternan su trabajo con los que atienden la iglesia, que mantenemos abierta para que se sientan acogidos los que desean orar o descansar.
Y otros se desplazan a Burgos dónde estamos convocados por el Sr. Arzobispo para una reunión.
Sobre dicha reunión decir que la cordialidad y amabilidad de nuestro anfitrión fue exquisita. Por fin nos conocemos en persona y le exponemos nuestra misión y carisma poniéndonos a disposición de la Iglesia en Redecilla o dónde se nos necesite.
Nos sentimos queridos y apoyados por el Pastor de la grey de Cristo en Burgos en vísperas de la festividad del Buen Pastor.
La tarde la dedicamos a actividades culturales, visitamos Santo Domingo de la Calzada y su patrimonio histórico.
Después del rezo de Visperas nos dirigimos a Belorado dónde disfrutamos de una agradable cena con nuestros sacerdotes y amigos hablando de lo humano y lo divino en una sobremesa animada y jovial.
Amanece el Domingo y después de un sueño agradable y reparador comenzamos la jornada con los Laudes. La afluencia de peregrinos es más tardía que el sábado pero el número es creciente a lo largo de la mañana.
A las 11 compartimos la Santa Misa con los vecinos y peregrinos. Los bancos de la Iglesia de llenan de mantos blancos de los caballeros templarios para sorpresa de muchos.
Terminada la Eucaristía toca despedirse pero curiosamente la despedida no es amarga sino radiante de felicidad, todos hemos disfrutado intensamente de la convivencia y afianzado lazos entres amigos y hermanos.
Sólo queda agradecer a todos y cada uno el esfuerzo de desplazarse para compartir unos días con su familia templaria y a nuestros familiares y amigos su inmensa comprensión ante nuestro compromiso y vocación.
En breve estaremos de nuevo en el Camino para cumplir con nuestro cometido de ayudar al peregrino por cuarto año consecutivo.
Ad maiorem Dei gloriam