LA LUZ DE LA PAZ: DE BELÉN A MADRID PARA LLEGAR A TODA ESPAÑA.


Madrid será el epicentro de un acto de acogida y envío de esta luz, proveniente de la gruta de la Natividad y portada por integrantes del Movimiento Scout Católico (MSC)

Decía el barón Robert Baden-Powell, fundador de los scouts, que «para hacer cosas grandes se necesita comenzar con cosas pequeñas». Como por ejemplo, una llamita de luz traída del lugar en el que nació Jesús, cuyo viaje, acogida y reparto acaba siendo un gesto de hermandad para el mundo entero. La tradición de la Luz de la Paz de Belén se remonta a 1986, cuando la Radio Televisión Austríaca (ORF) puso en marcha en la ciudad de Linz el proyecto Luz en la Oscuridad, destinado a niños con discapacidad y necesitados. Desde 1987, los encargados de ir a por la luz y distribuirla al resto de países participantes son jóvenes del MSC.

Un scout austríaco, elegido por haberse destacado en su servicio a los demás, parte hacia Belén poco antes de la Navidad para prender la llama de una de las velas de la gruta de la Natividad. Él será el guardián de ese fuego que vuelve a Austria con permisos especiales para viajar en avión y protegido en un candil para que no se apague. Entonces, acuden a Viena scouts de todo el mundo para recoger la luz y llevarla a sus países, llegando a más de 30 por todo el mundo.


En España, cada año es una comunidad autónoma la que envía a sus rutas (jóvenes scouts de 18 a 21 años) a buscar la luz y traerla de vuelta para compartirla con el resto en una celebración de recibimiento y envío. En 2019, llegó a la Comunidad Valenciana, y en 2021 viajará a Galicia por el Año Santo Compostelano. Este año es Madrid la encargada de acogerla en un acto en la catedral de la Almudena este domingo, 13 de diciembre, a las 18:00 horas, que estará presidido por el cardenal Carlos Osoro.

Formato virtual

Esther Lasso, delegada diocesana de Scouts de Madrid, señala que en esta ocasión tan diferente a todas es casi «más necesario que nunca» repartir esta luz como signo de esperanza, alegría e ilusión. Ella, que tuvo el privilegio de acudir a Viena en 2014 –«es algo que recordaré toda la vida»–, explica que, atendiendo a las medidas de seguridad y a las restricciones para viajar,  la Luz de la Paz permanecerá en Linz, y Salzburgo (en lugar de Viena) acogerá el evento de distribución de la luz, que será online,este sábado, 12 de diciembre.

Por esta razón, en Madrid se utilizará la llama que aún sigue encendida desde el año pasado en el convento de las trinitarias; luz que partirá hacia Castilla y León y Castilla-La Mancha para que, «como cuando soplas, a modo de ondas», se vaya expandiendo por toda la geografía. Una semana después, el 20 de diciembre, habrá una celebración en cada diócesis de España, bajo un modelo común, para el envío de la luz a todo su territorio: congregaciones religiosas, residencias, colegios, hospitales, parroquias y hogares.

El lema de este año, Y la luz brilla en la tiniebla (Jn 1, 4-5), hace referencia, en palabras de Lasso, a «este mensaje esencial de la luz como una guía cuando estás perdido» y al del «nacimiento de Jesús»: nada «te puede llenar más de alegría que esto».

Fuente: https://alfayomega.es/la-luz-de-la-paz-de-belen-a-madrid-para-llegar-a-toda-espana/

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